viernes, 2 de abril de 2010

Canciones de una emisora

En esta semana santa, semana de reflexión y descanso ­­–mucho descanso­– tuve tiempo para muchas cosas. En una mañana de quehaceres hogareñas mi hermana encendió la radio y sintonizó una emisora, La FM, que fue el reemplazo de otra emisora de música en español, y hasta ahí todo está bien. Durante más de dos horas escuché a artistas como Diego Torres, Fonseca, Ricardo Arjona, Alejandro Fernández, entre otros, buenos para quienes solo se conforman con que las canciones nos hablen de las tragedias del amor romántico falocéntrico, pero lo que me sorprendió fue que durante esas dos horas (¡DOS HORAS!), solo escuché dos canciones interpretadas por mujeres, Nelly Furtado y Thalia. Caí en cuenta ya hacia la mitad del tiempo que llevaba la radio encendida y ahí me pregunté: ¿Por qué no “ponen” canciones interpretadas por mujeres?

Si soy objetiva y estricta con mi análisis, sé que esto tiene que ver con el patriarcado musical, ese del que tanto hablé en mi tesis de grado y que se encuentra sustentado en varios estudios. A manera general, el patriarcado musical es la división del trabajo musical en una esfera pública en gran medida masculina y en otra privada principalmente femenina –como diría Lucy Green–. Si profundizamos más el análisis, la situación se remite al sistema patriarcal que históricamente ha existido en las sociedades y que se refleja en los comportamientos, espacios y los “aportes” que dan hombres y mujeres a sus grupos sociales. Pueda que unas pocas personas entendamos esto (porque sé que es así) y seamos consientes de lo que oímos en las emisoras y en la radio, pero… ¿la colombiana o el colombiano promedio podrá entenderlo?, ¿Serán capaces de hacer un alto para reconocer ese “pequeño” detalle? Hay que tener mucha astucia para identificar lo simbólico del hecho, que solo dos canciones de unas 10 o 12 por promedio que suenan en una emisora, sean interpretadas por mujeres, no es nada casual, pero ahí me viene otra pregunta: ¿Por qué esta es la hora en que la gente (del común, intelectual, científica..etc) piensa que la música es lo más espontaneo y bello de la creación humana? Son capaces de cuestionarse la sociedad en la que viven, en la que habitan, son capaces de generar ideas de transformación y revolución, pero ¿no son capaces de pensar en la eficacia simbólica de la música?, y no importa el género, toda esta cargada de simbolismo y poder.

Considero que este “pequeño” evento de la cotidianidad me seguirá ayudando a construir un gran argumento de por qué es tan importante la musicología feminista. Si sigo mirando y prestando atención a esos detalles, creo que puedo hacer que mi mundo sonoro cambie, y poco a poco el de los demás…..

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